martes, 28 de junio de 2011

¿ERES EL LEÓN DE TU SELVA O LA OVEJA DEL REBAÑO?

Hay un cuento de tradición Sufí que ilustra muy bien uno de los principios fundamentales del Coaching, ¿Nos dejamos llevar por las circunstancias o somos protagonistas de nuestra vida?
El cuento comienza con unos cazadores que después de abatir a una leona, vieron que esta tenía un parto espontáneo del que nacía un cachorro. Tomaron al recién nacido y se lo llevaron consigo. Al día siguiente cansados de cargar con él, se lo dieron a un pastor quien lo cuidó alimentándolo con la leche de las ovejas.
Casi un año después, el león vivía plácidamente entre las ovejas como cualquiera de ellas. Su identificación era tal que balaba, se quejaba, aburría, desafiaba a los mayores y se pavoneaba como hace cualquier oveja adolescente.
Un día mientras pastaban en un valle un león salvaje vislumbró desde la montaña un joven león pastando, esta sorprendente estampa le llenó de ira, por lo que se dirigió al mismo y le dijo ¿No te da vergüenza vivir así? ¿Cuándo se ha visto a un león viviendo como una oveja?
El león tan solo supo decir beee, por lo que el adulto le llevó a un estanque dónde al ver su imagen reflejada y tan igual al del león empezó a dudar de su condición. Nunca se le había pasado por la cabeza que podía ser distinto de las ovejas.
El joven dejó el rebaño y se fue con el león a las montañas, aprendiendo a cazar y a vivir en ellas. Un día, casi sin darse cuenta, lanzó su primer rugido que terminó por despertar su instinto, se había dado cuenta de quién era.
El león mayor sonrió de satisfacción, las cosas eran finalmente como debían ser.
Dicen los sufíes que ese rugido de león, cuando cae en la cuenta de su verdadera naturaleza, es igual al grito que emite una mujer o un hombre cuando descubre que él o ella es un ser humano. Porque los sufíes piensan que los seres humanos también tenemos ese problema: vivimos como ovejas sin saber que somos leones.
Los coaches opinamos lo mismo. Todas las personas somos únicas, líderes de nuestra vida, personas completas y llenas de recursos; pero con la educación, los miedos, las circunstancias, nuestro potencial se queda obstaculizado y olvidamos nuestra verdadera naturaleza. Nos convertimos en seguidores de una vida marcada por el exterior, por las circunstancias, por la falta de sueños y objetivos, en la que demasiado a menudo nos fijamos qué hace el de al lado, porque es lo que se supone que “debo” hacer, porque además es más fácil y si no me gusta siempre puedo balar, quejarme y decir que tengo mala suerte.
Despertar es asumir la responsabilidad de lo que hago y no hago. Arriesgar y superar el miedo a equivocarme, entender el fracaso como parte fundamental para conseguir mis objetivos. Seguir el camino que me inspira, aunque sea el que más maleza parece tener, salir de lo que habitualmente hago y aguantar las ganas de volver atrás. Entender la felicidad como algo interno, vivir más desde el ser y abandonar la necesidad imperiosa de tener.
Porque lo más importante de tu vida eres tú, porque te ves y convives contigo 24 horas y te acompañarás hasta la muerte. ¿Qué quieres para ti y para los tuyos? Ovejas o leones.
¿Rugimos?

Gentileza de Coaching24.es


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